PUEBLA, México.- Comercios establecidos y ambulantes disminuyeron sus ventas hasta 90 por ciento después de que el Hospital San Alejandro dejó de funcionar, por lo que al menos el 80 por ciento de los negocios decidieron cerrar.
Al respecto, Alejandro Cortés, dueño de un establecimiento, señaló que “sobrevive” por la venta que realiza a pacientes de la Unidad Médica de Atención Ambulatoria, sin embargo, aceptó que no obtiene ganancias porque “sólo le da vuelta al dinero”.